La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a millones de personas a nivel mundial. Aunque comúnmente se asocia con manifestaciones cutáneas, sus síntomas son variados y pueden impactar diversos aspectos de la salud física y emocional del paciente.
Síntomas Cutáneos
El síntoma más característico de la psoriasis es la aparición de placas en la piel, que son áreas elevadas, enrojecidas y cubiertas de escamas plateadas. Estas placas pueden variar en tamaño y se localizan comúnmente en los codos, rodillas, cuero cabelludo, parte baja de la espalda y en ocasiones en el abdomen. A diferencia de otras condiciones cutáneas, la psoriasis tiende a ser más prominente en áreas de fricción, como los codos y las rodillas.
Los pacientes también pueden experimentar picazón, ardor y dolor en las áreas afectadas, lo que puede interferir significativamente con la calidad de vida diaria. En casos severos, la piel puede agrietarse y sangrar, aumentando el riesgo de infecciones secundarias.
Psoriasis en las Uñas
La psoriasis no se limita solo a la piel; también puede afectar las uñas. Los cambios ungueales son comunes e incluyen pitting (pequeñas depresiones), engrosamiento, y decoloración. En algunos casos, las uñas pueden separarse del lecho ungueal produciendo onicolisis, lo que genera molestias y dolor.
Psoriasis Articular
Un aspecto relevante de la psoriasis es su relación con la artritis psoriásica, que afecta aproximadamente al 30% de quienes padecen psoriasis. Esta condición puede causar inflamación, rigidez y dolor en las articulaciones, lo que limita la movilidad y, si no se trata, puede llevar a la destrucción articular.
Otros Síntomas Sistémicos
La psoriasis también está asociada con otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, debido a la inflamación sistémica. Además, los trastornos de salud mental, como la depresión y la ansiedad, son comunes en pacientes con psoriasis, a menudo debido al estigma social y a los efectos visibles de la enfermedad en la apariencia personal.
Causas de la Psoriasis
La psoriasis resulta de una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan el sistema inmunológico. Aunque la causa exacta no se comprende completamente, se cree que el sistema inmunológico hiperactivo provoca una sobreproducción de células de la piel. Los desencadenantes comunes incluyen el estrés, infecciones, lesiones cutáneas, ciertos medicamentos y cambios climáticos, especialmente el frío y la sequedad.
Tratamientos Disponibles
El tratamiento de la psoriasis es individualizado y puede incluir varias opciones dependiendo de la gravedad de los síntomas. Las terapias tópicas son comunes para casos leves a moderados, mientras que los tratamientos sistémicos y la fototerapia se utilizan para formas más severas. Los tratamientos biológicos, que actúan sobre el sistema inmunológico, también han demostrado ser efectivos para muchos pacientes.
Se recomienda el uso de productos de farmacia para el cuidado de la piel como cremas hidratantes que ayudan a retardar al aparición de los síntomas así como para aliviarlo.